El mayor reto que presenta trabajar con una celebrity es que tiene la agenda muy apretada y hay ciertas restricciones publicitarias, como por ejemplo poder disponer del talento durante pocas horas al día. Es por ello que, para no caer en fuera de juego, tuvimos que dividir el rodaje en dos días con aproximadamente un mes de diferencia entre sesiones.
Sin embargo, jugamos su agenda a nuestro favor y organizamos las mañanas del shooting para tenerlo todo listo a su llegada. Una de las claves del éxito fue iluminar y coreografiar cada plano con mucha antelación para asegurar aprovechar cada minuto con Aitana. Además, pudimos crear un entorno cómodo y acogedor para que la estrella del spot se sintiera siempre como en casa y su rendimiento en el shooting fuese el más alto posible.
UN PLUS DE
EXIGENCIA